“Cuando se habla de glaucoma, los pacientes escuchan: ceguera inevitable. Es importante aprender que ésta enfermedad puede tratarse. Y se puede vivir con ella ”.

Dr. Juan Batlle Pichardo
Director Médico Centro Láser

El glaucoma es considerado actualmente la segunda causa de ceguera en el mundo por detrás de la catarata. La Minimally Invasive Glaucoma Surgery (MIGS) es uno de los procedimientos más recientes en el tratamiento de esta enfermedad, aplicado en instituciones como el Bascom Palmer Eye Institute en Miami o Centro Láser en Santo Domingo, con resultados satisfactorios.

En República Dominicana, estudios médicos reflejan que el 2.5 % de la población padece de esta enfermedad, peligrosa y difícil de detectar por su condición asintomática en las primeras etapas. En muchas ocasiones, los pacientes entienden el diagnóstico de “glaucoma” como una sentencia de ceguera inevitable e irreversible, sin conocer que existen formas de manejarlo y proteger la vista de sus efectos.

En el presente artículo, se tocarán aspectos sobre el más novedoso de estos tratamientos, MIGS, y sus diversas aplicaciones, no sin antes ofrecer detalles imprescindibles sobre la enfermedad que éste corrige.

GLAUCOMA: CAUSAS Y TIPOLOGÍAS Y DIAGNÓSTICO

Según la American Academy of Ophthalmology (2018), el glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico, produciéndose generalmente cuando se acumula fluido en la parte delantera del ojo, aumentando la presión intraocular y dañando el nervio.

La Dra. Rachel Alburquerque refirió al glaucoma como una enfermedad del nervio óptico, generalmente causado por un aumento de la presión intraocular, aunque ya se ha demostrado que existe glaucoma de tensión normal ( R. Alburquerque, comunicación personal, 29 de noviembre de 2018). Para ambas definiciones, lo cierto es que el inicio de esta patología comienza en el nervio óptico del ojo, cuya erosión puede causar daños irreversibles que terminen en pérdida de visión o ceguera si no son tratados a tiempo.

Las causas que originan esta patología son diversas. Estudios científicos han comprobado que la genética es un componente de riesgo para la aparición de la enfermedad: si se cuenta con antecesores que hayan padecido glaucoma, existe riesgo de desarrollarlo. Otros segmentos vulnerables de la población ante los embates del glaucoma, son aquellas personas mayores de 50 años, personas de raza afroamericana, personas que han estado sometidos a tratamiento con esteroides por un largo tiempo, entre otros.

La literatura médica segmenta esta enfermedad en grupos, atendiendo a las características que presenta. Las dos tipologías principales dónde se engloba el glaucoma son:

Glaucoma de Ángulo Abierto. Tipo más frecuente en pacientes. Se produce cuando el ojo no drena el fluido acuoso como debería, con la consecuencia de una presión ocular elevada que desemboca en visión defectuosa.

Glaucoma de Ángulo Cerrado. Tipo menos frecuente de glaucoma. Se produce cuando el iris de una persona está muy cercano al canal de drenaje del ojo, dificultando ese proceso de forma natural. Generalmente, el aumento de presión ocular que causa este tipo de glaucoma es rápido y fulminante, aunque también puede darse el caso de que esta tipología se desarrolle lentamente, impidiendo a los pacientes darse cuenta de la enfermedad hasta muy avanzado estado.

Uno de los riesgos principales del glaucoma en todas sus tipologías, es la característica “asintomática” de esta patología. Esto le ha valido ser calificado como “enemigo silente”, pues por lo general los pacientes llegan a consulta sin saber que lo padecen, descubriéndolo tras un chequeo rutinario, o por síntomas que nada hacen pensar en un padecimiento de la vista.

Al respecto, el Dr. Juan Batlle Pichardo resaltó que el 85 % de los casos de glaucoma son de ángulo abierto, que no provoca síntomas (J. Batlle Pichardo, comunicación personal, 29 de noviembre 2018). No obstante la condición asintomática de la enfermedad, en algunos casos de glaucoma de ángulo estrecho pueden producirse síntomas como cefalea (dolor de cabeza), dolor ocular, visión borrosa, pérdida de visión lateral, entre otros.

La condición silente de esta enfermedad ante su carencia de síntomas, hace que los chequeos de rutina sean el mejor mecanismo para combatirlo. La Dra. Rachel Alburquerque refiere que normalmente son estos procesos de evaluación los que permiten detectar el aumento de la presión ocular o alteraciones en el nervio óptico, muchas veces cuando los pacientes ni siquiera saben que presentan indicios de glaucoma (R. Alburquerque, comunicación personal, 29 de noviembre de 2018)

El examen ocular para confirmar o descartar glaucoma comprende un conjunto de pruebas que permitan evaluar: presión ocular, ángulo de drenaje del ojo, estado del nervio óptico, visión periférica y espesor de la córnea.

Algunas de las principales pruebas son:

Oftalmoscopia. Procedimiento para examinar el nervio óptico. Se utilizan gotas oftálmicas para dilatar la pupila, de forma que se pueda examinar la forma y color del nervio óptico.

Tomografía de Coherencia Óptica. También conocida como OCT, es una radiografía que permite hacer un estudio de la cabeza del nervio óptico y la capa de fibras nerviosas.

Perimetría. Prueba del campo visual, que genera un mapa total del mismo. Ayuda a determinar si el glaucoma ha afectado la vista, y cuánto.

Paquimetría. Prueba simple o indolora que mide el espesor de la córnea, y permite al oftalmólogo valorar cómo este influye en la presión ocular del ojo.

Gonioscopia. Examen de diagnóstico que indica el estado del ángulo entre el iris y la córnea, permitiendo identificar el tipo de glaucoma que se padece ( ángulo abierto o ángulo cerrado).

PROCEDIMIENTO MIGS: INNOVACIÓN EN EL TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD

Por sus características como enfermedad, el glaucoma se maneja principalmente con gotas recetadas para su control. En caso de que la patología avance, o se deje de responder al tratamiento con gotas oftálmicas, se recomienda entonces una solución quirúrgica.

A nivel de cirugía de glaucoma, la medicina oftalmológica ha logrado importantes aportes en el campo de la tecnología y la innovación. Las operaciones quirúrgicas, en sus inicios invasivas y de largos procesos de recuperación, han mutado a técnicas cada vez más efectivas, una de las cuáles, Minimally Invasive Glaucoma Surgery (MIGS), ha revolucionado el tratamiento de la enfermedad de glaucoma.

Minimally Invasive Glaucoma Surgery (MIGS) es un conjunto de técnicas mínimamente invasivas en el tratamiento del glaucoma, cuyo objetivo es reducir la presión intraocular ya sea aumentando el flujo de humor acuoso o reduciendo su producción. La Dra. Rachel Alburquerque la refiere como un procedimiento ideal en el tratamiento de glaucoma de leve a moderado, aunque resalta que dentro de las MIGS, existen tipologías que por lo avanzado de su diseño están mostrando buenos resultados en el tratamiento de glaucoma severo y la reducción de la presión ocular, como es el caso de la técnica Innfocus Microshunt (IMS) (R. Alburquerque, comunicación personal, 29 de noviembre de 2018).

La literatura científica divide las MIGS en dos tipologías principales, aquellas que no crean una bula filtrante, y aquellas que no.

Dentro del primer grupo algunas de las principales son:

Trabectome (Neomedic, Tustin, USA). Se basa en realizar una trabeculotomía mediante un abordaje interno. Se inserta un dispositivo para crear una vía directa de salida del humor acuoso desde la cámara anterior a los canales colectores.

Hydrus Microstent (Ivantis, USA). Es una estructura abierta de 8 mm de longitud, en forma de media luna, que se inserta en el interior del ojo.

Cypass. Es un implante de poliamida de 6.35 mm de longitud, que crea un conducto permanente entre la cámara anterior y el espacio supraciliar del ojo. Permite drenar el humor acuoso y de esta forma disminuir la presión ocular.

Dentro del segundo grupo, algunas de las principales son:

XEN (Allergan, USA). Es un dispositivo de gelatina ab-interno bajo investigación, implantado a través de una incisión corneal clara sin disección conjuntival. Tiene una longitud de 6 mm, y está compuesto por gelatina porcina curada.

Innfocus Microshunt (Bascom Palmer Eye Institute, USA) Es un dispositivo que se introduce en el ojo ab-externo. El material sintético así denominado tiene unas características bioquímicas que lo hacen realmente inerte en el espacio subconjuntival desde el punto de vista inmunológico. Sobre este dispositivo, desarrollado y aplicado con éxito en la República Dominicana, el Dr. Juan Batlle Pichardo refiere que puesto en el ojo es inerte, lo que significa que el cuerpo humano se adapta tan rápidamente a él como si fuera tejido propio, disminuyendo los riesgos de rechazo. (J. Batlle Pichardo, comunicación personal, 29 de noviembre de 2018)

Las MIGS presentan ventajas por sobre otras técnicas quirúrgicas implementadas en el tratamiento de glaucoma. Al ser mínimamente invasivas, reducen las complicaciones del operatorio y postoperatorio, disminuyendo el sangrado, obteniendo mejores resultados en la reducción de la presión ocular, y garantizando una recuperación inmediata.

El glaucoma continúa siendo un reto para la ciencia y la medicina oftalmológica. Los especialistas refieren que para combatir a este “ladrón silente”, el mecanismo más infalible es la prevención, la realización de chequeos rutinarios que permitan detectar cambios o anomalías en el ojo, y prevenir a tiempo.

Se puede vivir con glaucoma. Y si bien es una enfermedad que no se cura, la detección temprana ayuda a proteger la visión y disminuye considerablemente sus efectos. Educarse para la salud, y entender que existen opciones para una vida plena con esta patología, es el principio para ganar la batalla contra dicha afección, por lo que una próxima publicación se estaremos abordando un artículo sobre el Infocus Microshunt, y algunas perspectivas de la comunidad científica internacional sobre el empleo de esta técnica.

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